30 de diciembre de 2008

Chile, capital mundial de la astronomía

La transparencia y sequedad de sus cielos hacen a nuestro país especialmente atractivo para el estudio profesional del Espacio. A nivel internacional es considerado un referente indiscutido en esa disciplina científica.

Por Hugo Jara Goldenberg


Este artículo fue publicado en la revista de ciencia ficción y divulgación científica
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Las insuperables condiciones atmosféricas presentes en las zonas cordilleranas de las primeras regiones de nuestro país, han llevado a la instalación de algunos de los proyectos astronómicos más importantes a nivel internacional, transformando a Chile en una potencia astronómica mundial, considerando la cantidad de modernos observatorios emplazados en su territorio.

Diversas instituciones académicas estadounidenses y europeas operan grandes telescopios, desde los cuales se han hecho algunos de los más trascendentales descubrimientos astronómicos de las últimas décadas, y en los que han participado muchos profesionales chilenos; pero no sólo astrónomos, sino también una gran cantidad de ingenieros y técnicos de diversas disciplinas.

Sin embargo, la falta de una cultura científica y el escaso conocimiento que la población tiene sobre temas del Espacio no se condice con la importancia y trascendencia de la base tecnológica instalada y con los conocimientos de frontera que a diario surgen de esos centros de investigación.

Pero una mejor comprensión de los misterios del cosmos, no sólo es importante desde la perspectiva de la cultura general, sino que también lo es porque está comprobado que el estudio de los cielos tiene la particularidad de acercar a las personas a una dimensión más humana y espiritual de la existencia. Y es que el levantar la vista hacia las estrellas, lleva a plantear preguntas trascendentes como: ¿qué es la vida?, ¿cómo se creó al Universo?, ¿cuál será su destino? y muchas otras, que inevitablemente invitan a pensar y a reflexionar, y que contribuyen ciertamente a la formación de seres humanos más íntegros.

Por otra parte, es oportuno recordar que la anhelada aspiración de vivir en una sociedad más justa, no se alcanza sólo con el acceso igualitario a todos los beneficios materiales que reporta la vida moderna. Para llegar a construir un Mundo mejor, es necesario también lograr la democratización y humanización del conocimiento científico y tecnológico, pero lamentablemente este aspecto del desarrollo de la humanidad se descuida y no se le otorga la importancia y valorización que merece.

Afortunadamente en el año que se acerca tendremos la oportunidad de mejorar en parte, esta situación de divorcio que existe entre quienes generan el conocimiento y crean la tecnología que caracteriza a la civilización del siglo XXI, y el público general que pasivamente utiliza dicho saber, pero que no lo comprende.

Esto porque el 2009 ha sido designado por las Naciones Unidas, como el Año Internacional de la Astronomía. (AIA 2009). A raíz de esto, en todo el planeta se sucederán una serie de eventos que intentarán llevar el conocimiento astronómico al ciudadano común, resaltando a una disciplina contemplativa, que tiene la particularidad de ser una de las más antiguas cultivadas por la especie humana y que tanto ha influido en el desarrollo de la sociedad.


Y por supuesto que nuestro país no estará ajeno a esta celebración y el Nodo Chileno del Año Internacional de la Astronomía será el encargado de organizar y coordinar la ejecución de una larga serie de actividades que se desarrollaran a lo largo y ancho del territorio, con las cuales se buscará cumplir con el objetivo de “Que todos los miembros de la sociedad chilena puedan conocer y valorar la astronomía y sus ciencias hermanas, e inspirarse con las maravillas del universo, reconociendo que la calidad de nuestros cielos nos hace un país astronómico por excelencia”.

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