2 de octubre de 2006

El turno de Vivaldi (30 julio 2006)

Pareciera que estamos en presencia de un nuevo género literario: la teología-ficción, en la cual es posible mezclar temas religiosos con situaciones mundanas, luchas de poder y hermandades secretas. Si a esto agregamos la participación de un personaje famoso, es posible aspirar a un éxito de ventas seguro.

Por Hugo Jara Goldenberg

Publicado en el diario El Sur, el 30 de julio de 2006.

Que duda cabe: uno de los compositores de música selecta más conocido es Antonio Vivaldi, un veneciano nacido en el año 1678. Heredero, y a la vez consolidador, de la más conspicua tradición violinística de la ciudad de los canales. Pocas personas, incluidas aquellas que no disfrutan de este tipo de melodías, podrán declarar no haber escuchado nunca alguna pieza de este músico, quien debido a su pelo cobrizo y a su condición de sacerdote, era conocido como “il prete rosso” (el cura rojo).

Aunque su música resulta muy conocida, la vida del maestro fue durante mucho tiempo un misterio, y por siglos su nombre permaneció en el más completo olvido. Su obra sobrevivió en parte, gracias a que fue reconocida y valorada por algunos músicos contemporáneos suyos, que realizaron transcripciones de muchas de sus composiciones. Sólo en el siglo XX se inició el redescubrimiento de su vida y creación artística, con el hallazgo de muchos documentos y piezas musicales perdidas durante centurias. Sin embargo, muchos aspectos y circunstancias de su existencia siguen ocultos en una nebulosa. Uno de los episodios más controvertidos, lo constituye el postrero viaje que realizó a Viena cuando era ya un anciano, y del cual no regresaría. Aunque se cree que se dirigió al norte por razones de negocios, en su calidad de empresario artístico, hay quienes no están tan seguros y se preguntan por los verdaderos motivos que llevaron al maestro a abandonar su ciudad natal.

Recurso archiexplotado

Aprovechando estas incógnitas en la vida del músico veneciano, y siguiendo la moda literaria de transformar a personajes famosos en protagonistas de emocionantes aventuras de teología-ficción, aparece la novela “El enigma Vivaldi” del autor Peter Harris (Plaza&Janés, 2006).

La trama se inicia en el año 1741, cuando Vivaldi, pobre y enfermo, recibe la visita de dos extraños personajes, quienes intentan apoderarse de un secreto celosamente guardado. Es que el anciano músico ha hecho un descubrimiento terrible, cuyos detalles se esfuerza en poner a resguardo. Previendo su inevitable final, el maestro lo despacha por correo a unos amigos de Venecia, y para evitar que sea interceptado, toma la precaución de enviarlo encriptado.

Después de la muerte del músico, el relato nos transporta al presente. Transcurre el mes de septiembre del año 2003 y un violinista español que se encuentra de visita en Venecia, obtiene permiso para revisar olvidados archivos en la “Ospedale della Pieta”, una institución de caridad en donde “il prete rosso” trabajó gran parte de su vida. Casualmente Lucio Torres, así se llama el músico hispano, descubre una extraña partitura que atribuye al maestro. Al revisarla observa que la secuencia de notas musicales es muy extraña y el sonido que producen resulta en extremo desagradable. Claramente lo que Vivaldi escribió en esa partitura no era música. Con la ayuda de María, una joven veneciana, gran conocedora de la historia de su ciudad y de la existencia de una misteriosa hermandad, a la que habría pertenecido el gran músico, deducen que esa extraña partitura corresponde al mensaje codificado, enviado por Vivaldi desde su lecho de muerte en Viena.

A partir de ese momento de desencadena una aventura llena de intrigas, en la cual la pareja, que ha iniciado un romance, buscará desesperadamente la clave que les permita descifrar el mensaje oculto en la misteriosa partitura. En su afán solicitan la ayuda de destacados académicos y especialistas, muchos de los cuales no son lo que parecen y se transformarán en oscuros personajes que intentarán por todos los medios, incluyendo el crimen, apoderarse del descubrimiento. El relato adquiere un ritmo vertiginoso que atrapa al lector, desembocando en un final inesperado que supuestamente remecerá los fundamentos del cristianismo.

Aunque se trata de un libro entretenido, de manera inevitable su lectura nos trae a la memoria una serie de novelas publicadas en los últimos años, y que tuvieron su clímax con “El Código Da Vinci”. La presencia de descubrimientos que obligarán a reinterpretar creencias religiosas, referencias a los Caballeros Templarios y otras hermandades secretas, manuscritos antiguos, códices, claves ocultas, persecuciones, siniestros personajes y muchos otros ingredientes, ya demasiado explotados, terminan transformando a estas obras en una suerte de repetición de un guión conocido de antemano.

Aún así, la novela será del gusto de los amantes del género y también de los admiradores del músico, quienes tendrán la oportunidad de conocer aspectos desconocidos de su vida, aunque sin olvidar que se trata sólo de una obra de ficción. Mención aparte lo constituye la acertada descripción que se hace de la ciudad de Venecia, la cual se transforma en una protagonista más de la aventura.

1 comentario:

Nelson dijo...

No sabía de la existencia de este libro. Sin embargo, parece estar hecho con la sola intención de encontrar fama. ¿Se podrá encontrar algo bueno en una obra que tenga tales aspiraciones? Lo dudo mucho.
Interesante tu blog.