1 de abril de 2007

De hombres y protozoos

Los textos de divulgación científica constituyen uno de los medios a través de los cuales el conocimiento puede llegar al ciudadano común. El libro “La historia de la vida” es un buen ejemplo de esta comunicación y nos muestra cómo uno de los mayores misterios del universo puede ser abordado de manera simple y entretenida.

Por Hugo Jara Goldenberg
Publicado en el diario El Sur, el 1 de abril de 2007. Ver artículo......

De entre las muchas incógnitas y misterios de la naturaleza, una de las más difíciles de responder es la que se refiere a entender qué es la vida. Desde tiempos pretéritos develar este enigma ha constituido el santo grial, tanto de filósofos como de científicos. Pero todos los esfuerzos han sido en vano, y a pesar de los importantes avances logrados en las ciencias biológicas, que nos han permitido entender, cada vez de mejor forma, el mecanismo que permite el funcionamiento de los organismos vivos, la esencia de la vida continúa siendo un misterio inescrutable.

Preguntas como ¿qué es la vida?, ¿cuál fue su origen? o ¿qué hay más allá de ella? han acompañado a nuestra especie desde la noche de los tiempos, y seguramente lo seguirán haciendo mientras exista la humanidad, ya que su real comprensión probablemente está más allá de nuestra capacidad cognitiva. No obstante, a pesar de constituir un misterio insondable, nuestra naturaleza curiosa nos hace seguir adelante y continuar investigando. Si bien no podemos pretender conocer el secreto mismo de la vida, al menos está en nuestras manos una forma alternativa de acceder a su mejor comprensión, y ese camino es estudiar los mecanismos a través de los cuales ésta ha podido desarrollarse en nuestro planeta. Para conocer la evidencia de la evolución de la vida en la Tierra existen múltiples fuentes de información, y entre ellas se destaca un excelente libro de divulgación científica titulado “La historia de la vida” (Editorial El Ateneo) del académico y escritor inglés Richard Southwood.

Dado que la Tierra es el único lugar del universo en el cual sabemos positivamente que existe la vida, el relato se inicia con un breve repaso de la teoría que explica la formación de nuestro planeta. Hace más de 4500 millones de años, producto del colapso gravitacional de una nube de gas y polvo interestelar se crea el Sistema Solar, y desde los escombros que rodean al joven Sol, se comienzan a condensar los planetas, surgiendo entre ellos la Tierra. En sus inicios el naciente planeta fue un infierno, con altísimas temperaturas y sometida a continuos impactos de cometas y asteroides. Gradualmente, después de mil millones de años, las colisiones cósmicas disminuyeron y la Tierra pudo enfriarse lo suficiente para que se formara una atmósfera primitiva y se condensaron los primeros cuerpos de agua.

Ameno y didáctico

En este escenario, en algún charco de fango hirviente o en las profundidades de un océano antiguo, surgió la vida. Se trataba de organismos microscópicos muy simples, pero por primera vez la materia inerte se organiza en estructuras vivientes ¿Fue una situación fortuita, altamente improbable y por lo tanto irrepetible en ningún otro lugar del Universo? o acaso la consecuencia inevitable de la evolución de la materia dadas ciertas condiciones prebióticas. La respuesta quizás nunca la sepamos, y es parte del misterio mismo de la vida. Pero lo importante es que a partir de este instante comienza la historia que nos cuenta el profesor Southwood.

Guiados por una prosa amena y didáctica, podremos conocer las diferentes formas en que se ha manifestado la vida, desde pequeños organismos unicelulares hasta las más complejas estructuras biológicas imaginables. Comprenderemos la estrecha dependencia que existe entre la materia viviente, la geografía y el clima. También seremos concientes de lo frágil, y a la vez persistente, que es la vida, la cual fue capaz de sobreponerse a muchos eventos de extinciones masivas a lo largo de las eras geológicas y en cada ocasión, resurgir con renovados bríos.

Pero lo más destacado es asistir a la secuencia cronológica de eventos que, dirigidos por un proceso evolutivo, desembocó en el nacimiento del cerebro humano. A partir del momento en que, en algún lugar de la sabana africana, un ser de aspecto simiesco fue por primera vez conciente de sí mismo, el desarrollo y el destino de la vida en la Tierra ya no dependerá exclusivamente de factores naturales. Es tan relevante la forma como la humanidad ha alterado el medioambiente, que el autor dedica una buena parte de su libro a considerar el impacto de esa intervención en la biodiversidad. Con gran detalle se analizan los escenarios posibles en los que se desenvolverá la vida, en un planeta que, como nunca antes en su historia, se ve enfrentado a un oscuro porvenir.

El autor es un académico e investigador de gran prestigio, que durante más de dieciocho años enseñó biología en la Universidad de Oxford. Producto de su vasta experiencia docente explicando los mecanismos de la vida, y de lo exitoso de sus múltiples cursos, se decidió a plasmar sus vivencias académicas en este libro de divulgación científica, que ha tenido gran aceptación y que puede ser leído por cualquier persona interesada y también utilizado como material de consulta por estudiantes y especialistas en el tema.

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